Felipe II expidió el 21 de septiembre de 1551 la cédula que ordena la fundación de la Universidad de México
Selección de textos: Hernando Luján

Los antecedentes que favorecieron la fundación de universidades en América datan de 1536, gracias a las gestiones del Obispo de México, fray Juan de Zumárraga, para establecer en la Nueva España —y en particular en la Ciudad de México— una Universidad. Sin embargo, la respuesta no fue inmediata. En 1551, treinta años después de la caída de Tenochtitlán, la Corona española decidió fundar la Real Universidad de México. Es importante señalar al respecto la decidida intervención del Virrey de la Nueva España, Don Antonio de Mendoza, en la consumación de la creación de la Universidad.

Por su parte, en la Ciudad leonesa de Toro, en la península ibérica, el príncipe regente de España, Felipe II, descendiente directo de Carlos V, expidió el 21 de septiembre de 1551, la cédula que ordenaba la fundación de la Universidad de México, asignándole la suma de un mil pesos de oro anuales como presupuesto para su manutención.El 25 de enero de 1553, el entonces Virrey don Luis de Velasco encabezó la inauguración de los primeros cursos de la flamante Universidad. Se nombró Maestrescuela de la Universidad al señor Oidor don Gómez de Santillana; Rector a don Antonio Rodríguez de Quesada y catedráticos a los distinguidos fray Pedro de la Peña en Teología; fray Alonso de la Veracruz en Escrituras; al doctor Pedro Morones, fiscal de la Real Audiencia en la cátedra de Decretales; al doctor Bartolomé de Melgarejo en Decreto; al licenciado don Bartolomé de Frías en la cátedra de Leyes e Instituta; a don Juan García en Artes; al licenciado Francisco Cervantes de Salazar en Retórica; y al bachiller don Blas de Bustamante en la cátedra de Gramática (Latín). Por fin el 3 de junio de 1553, la Real Universidad de México abrió sus puertas a españoles, mestizos e indígenas.

Desde su creación la Universidad de México contó con los privilegios y exenciones de la de Salamanca. En 1595 se solicitó ante la Santa Sede la bula que diera carácter pontificio a la institución.