Poesía y música wixárica en Bellas Artes

  • Los conciertos que Philip Glass ofreció en el Palacio de Bellas Artes con músicos wixáricas, fueron una elavacion de las culturas originarias del norte de México
  • En el Día Internacional de la Lengua Materna bien vale la pena recordar el día en que los cantos sagrados de Cuexcomatitlán se escucharon en el corazón del país

Autor: Octavio Olvera

Philip Glass, Daniel Medina de la Rosa, Erasmo Medina Medina. Foto tomada de “Concierto DEL Sexto SOL”,
https://www.facebook.com/PhillipGlassConciertoDelSextoSol/?ref=py_c

En 2018, aunque ya con 81 años cumplidos, el compositor norteamaericano Philip Glass programó una serie de tres conciertos en México, en el marco del festejo por sus ochenta años de vida. Causaba extrañeza que su gira onomástica no tuviera una estación en nuestro país. Más aún cuanto que es un asiduo visitante de sus mejores salas de concierto y que, desde principios de la década pasada, había declarado a la prensa que trabajaba partituras con músicos de los pueblos originarios del norte de nuestro territorio.

De 2012 data el Concierto del Sexto Sol. Álbum con la participación de los artistas wixáricas Deniel Medina de la Rosa y su hijo Erasmo Medina Medina, ejecutado por primera vez en Real de Catorce, San Luis Potosí, en diciembre del mismo año.

No sabemos exactamente con cuánto volumen de notas se nutrió el cuaderno pautado del maestro a partir de su contacto con los músicos de nuestro septentrión. El público apenas tiene conocimiento de los cuatro movimientos que integran el Concierto del Sexto Sol, y la obra El espíritu de la tierra, ejecutada por primera vez en la capital del país, en el Auditorio Divino Narciso de la Universidad del Claustro de Sor Juana, en diciembre de 2017.

Fue allí donde anunció que la ejecución de ese día era el preludio al estreno en México de su Séptima Sinfonía, “Tolteca”, en el Palacio de Bellas Artes.

 Contraportada del álbum Concierto del Sexto Sol.

La Sinfonía Tolteca fue compuesta en 2004 e interpretada por primera vez en el Kennedy Center for the Performing Arts de Washington DC, al año siguiente. Debemos deducir entonces que el compositor oriundo de Baltimore llevaba hasta ese momento una bitácora de trabajo con temas mexicanos, desde hace por lo menos 14 años.

El 11 de mayo de 2018 abrió el primero de tres conciertos en Bellas Artes con los que, a la vez que sumó un estruendo más de la noble pirotecnia disparada por los fastos en honor a su generosa vida, se volvió también una elevación de los cantos enclaustrados en la soleada tierra y un tanto olvidada del norte mexicano.

Música, cantos, poesía. Arte que fuera de sus geografías originales solo tienen eco en las investigaciones de antropólogos y etnomusicólogos para descifrar su espiritualidad y su valor estético, al margen del canon occidental. Pero que a Glass le descubrieron una profunda raíz.

Se abre el concierto con “Hikuri” (“El cacto sagrado”). El raweri, violín wixárica, deja volar las primeras notas en el más importante escenario de México. Le secunda el kanari o guitarra. Daniel Medina de la Rosa y Erasmo Medina Medina. Padre e hijo inician el concierto en tanto que el maestro Glass encorvado sobre el piano, fijos sus ojos en las teclas del instrumento, espera el momento en que la partitura le permita unirse.

De pronto la espiral de notas minimalistas se escuchan. El parentesco de la música es sorprendente. La melodía espiritual de los Medina también evoca los ciclos de repetidos tiempos, pero de sutiles cambios en cada periodo. En una pantalla al margen del escenario se lee en castilla lo que el joven Erasmo canta en su idioma: “Mi aparición fue en un cerro, allí me encuentro, en el cerro sagrado de Wirikuta. Y soy como me ves, pero a la vez soy el hermano venado”.

Detalle del interior del álbum Concierto del Sexto Sol.

Si bien Bellas Artes nunca ha negado el acceso a las expresiones artísticas populares, fue la primera vez que en su escenario se ejecutó una obra en una lengua madre. Se puede argumentar que sucedió porque fueron llevados de la mano Phillip Glass, uno de los músicos contemporáneos más importantes. Sin embargo, “Hikuri” no se volvió minimalista con la intervención de Glass. Más bien, el piano del autor de Einstein on the beach, descubrió reminiscencias ancestrales de su estilo en las composiciones de los Medina.

La sabiduría del octogenario abrió la puerta del máximo recinto artístico de México, a la lengua y cultura waxárica. ¿De qué depende que permanezca abierta para los cantos, no solo huicholes, sino de los idiomas originarios de nuestro país?

En el Día Internacional de la Lengua Materna bien vale la pena recordar aquel concierto. El día en que los peregrinos cantos sagrados de Cuexcomatitlán se escucharon en el corazón de México.

Existe una grabación en YouTube del concierto con la imagen congelada de los músicos: https://www.youtube.com/watch?v=s-LTnOSgOrU

YouTube player



















El Concierto del Sexto Sol se puede escuchar aquí:

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