- “Tiempo y espacio” fue el tópico de la primera sesión del ciclo de conversatorios Nuevos Diálogos
- “Para la ciencia es muy difícil definir el tiempo; lo que sabemos es medirlo”: Julieta Fierro
- “El tema del tiempo, no es un tema: ¡es el tema! Es la dimensión de todo lo existente”: Guadalupe Valencia
Autor: Octavio Olvera
En el marco de la presentación de la plataforma transmedia Nuevos Diálogos, inició el ciclo de conversatorios homólogos para reflexionar, desde las perspectivas de las ciencias y las humanidades, cuestiones de actualidad. Las conversaciones entre dos expertos, uno de cada subsistema de investigación de la UNAM, se llevarán a cabo el primer jueves de cada mes.
“Espacio y Tiempo” fue el tópico de la primera sesión. Para conversar sobre estos conceptos que, desde la antigüedad, filósofos y científicos han pensado en ellos, Guadalupe Valencia García, coordinadora de Humanidades y Julieta Fierro Gossman, investigadora del Instituto de Astronomía, se dieron cita en la Casa de las Humanidades.
Medir el tiempo
Julieta Fierro, reconocida divulgadora de la ciencia que utiliza herramientas poco ortodoxas para lograr la absoluta atención de su público y una extraordinaria comunicación de sus ideas, comentó que “para la ciencia es muy difícil definir el tiempo; lo que sabemos es medirlo. Todos los calendarios de la humanidad están hechos con base en fenómenos repetitivos que tienen que ver con el cielo, la sucesión de la noche, la época de lluvias, de secas.
Expuso que los antiguos mexicanos supieron medir muy bien el tiempo. “Muchos sitios arqueológicos son calendarios. Pero también fueron lugares de poder, centros de religión y de comercio. Así podían medir las fechas, organizar la época de construir y la de cultivar”.
Abundó que la astronomía tiene la ventaja de poder observar el pasado porque la luz de los cuerpos celestes tarda mucho tiempo en llegar a la tierra. En consecuencia, los astrónomos estudian a los astros cuando fueron años luz más jóvenes.
Con el objetivo de demostrar que el espacio es curvo, fiel a su norma lúdica, Fierro lanzó dulces al público. Cada uno de los beneficiados observó que su caramelo viajó hacia ellos a través de una trayectoria arqueada.
Señaló que una virtud de la ciencia es ser falible: “La ciencia falla todo el tiempo. Tiene esa maravilla: pero si falla, avanza”.
Tiempo encarnado
“El tema del tiempo, no es un tema: es el tema. Es la dimensión de todo lo existente. Somos tiempo encarnado. Nacimos, nos desarrollamos y todos moriremos. Pero no moriremos del todo porque somos herederos y heredamos al morir. Porque nacimos después de culturas y civilizaciones que nos preexistieron. Solo moriremos verdaderamente el día que nos dejen de recordar, tal vez nuestros tataranietos nos olvidarán”, reflexionó en su oportunidad Guadalupe Valencia García.
Sobre observar el pasado, la también coordinadora del Seminario de Estudios sobre el Tiempo, expuso: “todas las ciencias hacen historia: historia del universo, historia de la vida, historia de la tierra, historia de la naturaleza, historia de la humanidad. Compartimos con los astrónomos, con los físicos, los historiadores este afán por historiar. Saber de dónde venimos, a dónde vamos en todos los planos de la existencia y nos fascinamos con éstas que son las grandes preguntas de los filósofos: ¿quiénes somos? ¿De dónde venimos y a dónde vamos?”.
Ciencia de frontera
Al final de su diálogo, ambas investigadoras coincidieron en señalar el valor de la ciencia básica. Subrayaron que hace falta vincular más a las ciencias con las humanidades, y éstas, a su vez, con la sociedad.
En ese sentido, felicitaron el esfuerzo conjunto de las direcciones generales de divulgación de la Ciencia (DGDH) y de las Humanidades (DGDH), para crear el espacio transmedia Nuevos Diálogos.
La publicación digital es un proyecto integral que permite que las investigaciones de la ciencia y las humanidades coincidan para abordar los distintos fenómenos que están inquietando a todas las sociedades del orbe, concluyeron.
