La DGDH recibe a 22 jóvenes becarios

  • Paralelo al beneficio económico que recibirán los estudiantes, desarrollarán habilidades y fortalecerán sus experiencias en el arte de divulgar el conocimiento
  • La violencia de género es estructural, lo que significa que está sostenida por las instituciones y la cultura que se refleja en la cotidianidad
  • El proceso de generar y depurar organismos y estatutos de atención para la violencia de género, debe reproducirse a escala nacional en pro de combatir este flagelo
En primer plano, beneficiarios de la Beca HumanidadEs Comunica 2024. Foto: Octavio Olvera.

Por Octavio Olvera.

Para dar la bienvenida a 22 jóvenes merecedores de la Beca HumanidadEs Comunica 2024, que otorga anualmente la Dirección General de Divulgación de las Humanidades (DGDH), se llevó a cabo una ceremonia encabezada por Ariadna Razo Salinas, titular de la dependencia universitaria.

El objetivo de la Beca HumanidadEs Comunica es contribuir a la formación de jóvenes estudiantes de licenciatura a través de su participación en actividades, procesos y recursos de divulgación de las ciencias sociales y humanidades. 

En su mensaje a los becarios, la directora señaló que, paralelo al beneficio económico que recibirán los estudiantes, las actividades que realicen les permitirá desarrollar habilidades que fortalezcan sus conocimientos y experiencia, aporte que coadyuvará a su futura integración al mercado laboral.

Apuntó que ante las dudas e inquietudes que puedan surgir en el desempeño de las actividades de los jóvenes durante su estancia en la DGDH, las puertas de la dirección están abiertas para escuchar a los nuevos colaboradores. En ese tenor señaló la importancia de recibir a la nueva generación con una charla sobre el Protocolo para la Atención Integral de Casos de Violencia de Género de la UNAM.

“La información es poder, y en estos temas es fundamental porque ustedes ya van a empezar a tener una experiencia laboral importante a partir de la invitación a participar en esta dirección”, señaló Razo Salinas.

Un problema estructural

Rosalba Cruz Martínez, titular de la Consejería jurídica de la Coordinación para la Igualdad de Género de la UNAM (CIGU), fue la encargada de platicar con los chicos de nuevo ingreso a la Beca HumanidadEs Comunica. En su exposición subrayó la importancia de saber en dónde está la normativa y qué hacer para intervenir en el momento que se presente un caso de violencia en el ámbito universitario. 

Ariadna Razo Salinas y Rosalba Cruz Martínez. Foto: Octavio Olvera.

En ese orden de ideas detalló ante su joven público, los pasos a seguir ante una posible experiencia de violencia de género durante su transcurso por la Universidad.

Indicó que, de acuerdo con el Protocolo para la Atención Integral de Casos de Violencia de Género de la UNAM, se entiende por violencia de género la “acción u omisión contra cualquier persona o grupo de personas motivada por su sexo, orientación sexual o identidad de género que tenga como consecuencia un trato denigrante o discriminatorio, daño o sufrimiento”. 

En el auditorio de la Casa de las Humanidades (CASHUM), explicó que la violencia de género es estructural, lo que significa que está sostenida por las instituciones y la cultura que se refleja en la cotidianidad: “es altamente probable que tengamos hábitos que aprendimos en todas las áreas de socialización que, sin embargo, son violencia”.

Añadió que esas costumbres no son las más apropiadas para que las personas se vinculen socialmente, ni mucho menos de manera afectiva, por lo que es necesario empezar a controvertir esos aprendizajes para construir nuevos modelos relacionales de igualdad.

“A partir de que empecemos a cuestionarnos estos aprendizajes, quizá podamos construir en un futuro que, ojalá sea cercano, una sociedad más igualitaria, en la que verdaderamente podamos erradicar la violencia”.

Entre los mecanismos de mayor efectividad para suprimir este tipo de violencia es crear procesos de atención y que las personas afectadas sepan que existen. Ello conlleva construir organismos con personal capacitado para atender los casos y así restablecer el tejido comunitario. De allí la importancia de conocer el protocolo universitario para estos escenarios.

Modelo de atención

Rosalba Cruz Martínez: “A partir de que empecemos a cuestionarnos estos aprendizajes, quizá podamos construir en un futuro y, ojalá sea cercano, una sociedad más igualitaria, en la que verdaderamente podamos erradicar la violencia”. Foto Octavio Olvera.

En opinión de Rosalba Cruz Martínez, aunque son varias las instituciones coordinadas dentro de nuestra casa de estudios encargadas de situaciones de violencia de género, la instancia adecuada para atender agresiones consumadas es la Defensoría de los Derechos Universitarios, Igualdad y Atención de la Violencia de Género (DDUIAVG).

“Sus atribuciones le permiten contar con abogadas y abogados especializados en temas de género para poder acompañar a las víctimas en el proceso de la integración de una queja, que tiene que ver preponderantemente con la obtención de un testimonio que cumpla con los requisitos legales”.

Para poder integrar un expediente conciso, la DDUIAVG cuenta también con psicólogos y trabajadores sociales que protegen emocionalmente a las afectadas. Asimismo, apoyan al personal jurídico en sus investigaciones, agregó la abogada.

Dijo por último que este proceso de generar y depurar organismos y estatutos de atención para la violencia de género, debe reproducirse a escala nacional para instituir mecanismos en pro de combatir este flagelo y estimular relaciones de igualdad.

La DDUIAVG se ubica en el segundo piso del edificio “D”, en la Zona Cultural de Ciudad Universitaria, frente al Museo Universum. Su teléfono es 55 4161 6048, con 40 líneas. Su página web se puede consultar en la siguiente dirección: https://www.defensoria.unam.mx.

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