Las violencias de género: “una realidad incómoda”

  • Las violencias contra las mujeres, niñas y adolescentes siguen siendo un lastre que nuestra sociedad arrastra todavía
  • El 50% de homicidios cometidos contra mujeres, son ejecutados por sus parejas o por un familiar en su propio domicilio
  • Los costos económicos asociados con la violencia de pareja, por sí solos representan hasta entre 3 y 4 % del PIB de cada país
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Autor: Octavio Olvera.

Con el objetivo de “generar un diálogo entre la academia, la sociedad civil y los tomadores/as de decisiones para comprender las violencias de género”, se llevó a cabo el 3er. Congreso sobre Violencias de Género. Evidencias y mejores prácticas de intervención en México, América Latina y el Caribe.

Durante tres días se llevaron a cabo 38 mesas de trabajo donde participaron más de 250 autores y autoras representantes de universidades; entidades gubernamentales, nacionales e internacionales, y de la sociedad civil. 

A la convocatoria, emitida por el Centro de Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM), en colaboración con el Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG), el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), el Banco Mundial (BM) y el Centro de Excelencia (CdE) de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), en cooperación con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), respondieron expertos de Chile, Cuba, Guatemala, Colombia, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos y España.

El lastre que arrastra nuestra sociedad

Guadalupe Valencia García, entonces coordinadora de Humanidades, al inaugurar el congreso, expresó que la UNAM ha trabajado intensamente para erradicar tanto la violencia contra las mujeres, como la relacionada con otro tipo de diversidad de género, del mismo que busca la igualdad y la equidad dentro del campus.

“Sin embargo, a pesar de los enormes esfuerzos de la academia, instancias gubernamentales, organismos internacionales, organizaciones civiles, el problema de las violencias contra las mujeres, niñas y adolescentes siguen siendo un lastre que nuestra sociedad arrastra todavía”.

A lo largo de casi una década, el congreso convocado por tres de las instituciones de la UNAM líderes en la lucha por la eliminación de las violencias contra las mujeres, ha logrado sensibilizar y visibilizar esta problemática; pero, sobre todo, ha generado propuestas de nuevas y mejores políticas públicas, concluyó.

De izquierda a derecha: Sonia Frías, Mark R. Thomas, Adriana Oropeza Literas, Guadalupe Valencia, Fernando Lozano Ascencio, Mónica González Contró y Marisa Belausteguigoitia. Foto cortesía del CRIM-UNAM.

Un problema estructural

Fernando Lozano Ascencio, director del CRIM, dijo que las violencias de género son un problema estructural de nuestra sociedad que se expresa en los ámbitos de escuelas, universidades, empresas privadas y oficinas públicas.

Aseveró que desde el CRIM, el Subsistema de Humanidades y la universidad en su conjunto, “estamos convencidos de promover y visibilizar las discusiones y propuestas en torno a la eliminación de todo tipo de violencias hacia las mujeres, tanto en el ámbito de la comunidad universitaria, como en la sociedad en general”.

Violencias que no son identificables

Para Mónica González Contró, directora del IIJ, “las violencias de género constituyen, además de una violación a los derechos humanos, una forma de discriminación en la medida en la que impiden el ejercicio libre de los derechos de las personas y especialmente de las mujeres”.

Asimismo, señaló que el sistema patriarcal está implícito en las instituciones y por ello existen conductas que vemos como normales o naturales que constituyen violencias que no son identificables y están invisibilizadas, por lo que su denuncia y su erradicación son especialmente difícil.

Espacios de reflexión como este congreso, donde confluyen en diálogo la academia, instituciones públicas y sociedad civil, permiten avanzar para erradicar las violencias de género y la igualdad sustantiva entre todas las personas que conformamos la sociedad, remató.

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La fuerza de la no violencia

En su oportunidad, Marisa Belausteguigoitia Rius, directora del CIEG, habló de las diferentes violencias de género y de la resistencia a ellas que en ocasiones utilizan la fuerza. 

Presentó una lista de violencias que por lo regular pasan desapercibidas, como la violencia que ejercen los espectadores de abusos de género, la que lleva de vehículo los chistes, la epistémica, obstétrica, trans y LGTBI+.

Indicó que se deben generar acuerdos sobre “qué constituye la violencia y qué no la no violencia, es decir, qué significa tener acceso al derecho a existir y a ser representado. Qué cuenta como fuerza. Hay una fuerza en la no violencia, que emana de una debilidad social que puede ser relacionada con los poderes del débil que incluye el poder social y político para demandar la existencia de aquellos que han sido completamente nulificados”. 

Una pandemia silenciosa

Por su parte, Mark R. Thomas, representante del BM en México, aseveró que “la violencia contra las mujeres es una pandemia silenciosa que afecta a todos los países, culturas y comunidades”.

Refirió que las violencias de género tienen impactos emocionales, sociales y económicos. Según investigaciones del BM “el miedo al acoso sexual afecta a la movilidad de las mujeres y las niñas y por eso, también a su capacidad para mejorar su vida productiva y educativa”.

Reveló que los costos económicos asociados con la violencia de pareja, por sí solo representan hasta 3 y 4 % del Producto Interno Bruto (PIB) de cada país. Esto afecta al bienestar de las familias y comunidades por generaciones “dado que las mujeres y las niñas tienden a enfrentarse a una mayor susceptibilidad a la pobreza”.

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La IA en ayuda contra la violencia de género

Al tomar la palabra, Adriana Oropeza Literas, miembro del CdE de la UNODC, en coordinación con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), aseveró que el 50% de homicidios cometidos contra mujeres, son ejecutados por sus parejas o por un familiar en su propio domicilio. 

Añadió que en Latinoamérica se registraron 133 homicidios de mujeres en promedio durante 2022. Ante este panorama alarmante, el CdE diseñó un instrumento con base en Inteligencia artificial (IA) para alimentar el marco estadístico de feminicidios. 

“Esta herramienta nos permitirá tener mucho mejor información para entender los contextos de estos homicidios, y que nos dejarán diseñar intervenciones más especializadas”. Añadió que el centro busca establecer el mayor número de alianzas posibles en Latinoamérica para nutrir su sistema estadístico, cometido principal de su participación en el congreso.

Una realidad incómoda

Sonia Frías, coordinadora académica del congreso, al dar la bienvenida a los trabajos, recordó que en 2017 se emprendió la aventura de promover un espacio en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer que se conmemora el 25 de noviembre de cada año.

El congreso se diseñó para discutir avances de investigación, retos del activismo y la posibilidad de aportar herramientas a las políticas públicas y procurar mejores prácticas para prevenir, atender y sancionar las violencias de género.

Imagen del Congreso.

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