Beethoven en la CASHUM

  • Ludwig van Beethoven se sumó a la lista de las grandes personalidades de la música que se presentaron en la Casa de las Humanidades
  • El recital estuvo a cargo de Teresa Frenk, actual directora de la Facultad de Música de la UNAM y de Ignacio Mariscal

Autor: Hugo Lara

Foto: Roberto Contreras

La Casa de las Humanidades (CASHUM), en colaboración con la Coordinación Nacional de Música y Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), presentaron el recital “Ludwig van Beethoven” como parte del programa Viernes de conciertos.

El recital se llevó a cabo en el auditorio de la CASHUM en punto de las diecinueve horas y estuvo a cargo de la pianista Teresa Frenk, quien ha colaborado como solista con la mayor parte de las orquestas mexicanas de renombre y, actualmente, es directora de la Facultad de Música (FaM) de la UNAM; e Ignacio Mariscal, distinguido violonchelista mexicano quien ha recibido premios y reconocimientos en los grados de más alta distinción por su gran musicalidad y virtuosismo.

En su periodo más temprano, el trabajo de Beethoven estuvo fuertemente influido por sus predecesores, Joseph Haydn y Wolfgang Amadeus Mozart, pero también exploró nuevas direcciones y gradualmente amplió el alcance y la ambición de su obra. Las piezas musicales que se tocaron en la CASHUM pertenecen a la etapa más temprana del compositor alemán.

Foto: Roberto Contreras

En el caso particular de la sonata No. 2 Op. 5 en sol menor (1796), no se puede dejar de mencionar el hecho de que no es precisamente una pieza para chelo acompañada por el piano, sino una obra musical en donde se desarrollan ambas partes con la misma relevancia a manera de dueto, con un constante diálogo motívico y melódico que hace de esta pieza una obra monumental de técnica y expresión (Bárbara Oropeza).

Por otra parte, la sonata para violonchelo y piano No. 3 Op. 69 en la mayor (1808), es una de las composiciones más representativas dentro del repertorio para chelo. Es de carácter heroico, altamente influenciada por los pensamientos románticos que se empezaron a gestar desde la ilustración y que tomaron más fuerza con el surgimiento del movimiento intelectual conocido como Sturm und Drang. La pieza representa una luz de esperanza del compositor en medio del inicio de su sordera. Su estructura es una filigrana, un tejido transparente, y un desborde de habilidad y harmonía (Numpaque Vargas, Yenny Marina).

Foto: Roberto Contreras

Entender la obra del compositor Alemán no es tarea sencilla, pero a grandes rasgos, hay dos aspectos a tomar en cuenta, el primero es el desarrollo gradual de su sordera, así como una cierta incapacidad para entablar buenas relaciones personales.

El segundo fue el contexto social en que vivió, rodeado de las costumbres y conductas propias del siglo XIX. Esto devino en un estilo musical individualista que se combinó con la tradición musical que lo antecedía.

Sin duda, la música de Beethoven nunca ha dejado de reunir el repertorio de pianistas, violinistas, conjuntos de cámara y orquestas sinfónicas, mucho menos ha dejado de estremecer al público que sigue asistiendo a los espacios donde se revive la melodía imponente de sus obras.

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