Preservar y apropiarse de los archivos históricos

  • Los archivos tienen la función de preservar y conservar los documentos históricos que son significativos para una comunidad
  • Construir la memoria de nuestros antepasados gracias a las huellas habitadas que van dejando en los documentos
  • A sus 25 años el CIDHCC se da a la tarea de preservar la crónica oral y escrita, la investigación histórica, bibliográfica, cartográfica y fotográfica de sus habitantes
Identificación de Antonia Petra, abuela de Cristina rivera Garza. Fuente: Autobiografía del algodón.

Autora: Yuliana Castillo.

Movida por el desvanecimiento de las cosas, Cristina Rivera Garza escribía hace años la memoria de su genealogía, una familia de migrantes que cruzó todo el norte de México para ganarle al tiempo natural del Altiplano. El algodón guarnecido como nube en el terreno, de pronto se convirtió en una mortecina piedra negra de donde emergía el golpe soberano del gran depredador que acabó con el ciclo del algodón revolucionario. Esa es la historia.

Indagar sobre el origen personal es nombrar las palabras de otros, traducir las palabras de voces que se hallan en silencio. La historia de otros que cuando se recuerdan simulan estar alejados, pero que a medida que se reconstruye su memoria se sienten cada vez más cercano.

Cristina Rivera Garza construye la memoria de sus antepasados gracias a las huellas habitadas que van dejando los suyos en los documentos, las fotografías, los mapas, telegramas, las novelas de la época, los muebles de la casa, el territorio que levanta las fronteras del tiempo.

Para la escritora mexicana, habitar un espacio es pertenecer a algo; darle existencia a mi ubicación; hacer palpable el tiempo. El mecanismo por el que hacemos que todo lo que somos pertenezca significativamente, es la escritura. Cuando escribimos convocamos al pasado.

Los archivos, una plática que se retoma años después

La historia del algodón y de cómo un puñado de personas se aferró a su cultivo en la época revolucionaria, no habría sido contada de la misma forma si la novelista no hubiera tenido consigo todos los documentos que pudo consultar en el proceso de su construcción del pasado.

Fachada del CIDHCC. Foto: Yuliana Castillo.

Los archivos tienen la función de preservar y conservar los documentos históricos que son significativos para una comunidad. Su funcionalidad no sólo se limita a la conservación, sino también se espera que las comunidades se apropien del patrimonio documental para darle sentido a su pasado.

En México existen distintos tipos y clasificación de archivos que responden a necesidades específicas: institucionales, nacional, comunitarios, personales, etc. En las últimas décadas ha existido una gran necesidad por recuperar la memoria de pequeñas comunidades dentro de acervos históricos de la Ciudad de México.

Tal es el caso de la creación del Centro de Investigación y Documentación Histórica y Cultural de Coyoacán (CIDHCC). Este pequeño archivo ubicado en el Jardín Centenario en el centro de la alcaldía, fue creado hace 25 años gracias a la necesidad de preservar todo lo referente a la historia de Coyoacán y a su patrimonio documental.

Para Ana María Castro, encargada de este proyecto, el acervo significa un paso gigantesco en la preservación documental de la historia de la alcaldía. “No todas las alcaldías cuentan con su propio archivo histórico. Nos han venido a consultar de diferentes alcaldías para conocer cómo se creó este espacio y así ellos también puedan abrir su propio archivo”.

A sus 25 años el CIDHCC se da a la tarea de preservar la crónica oral y escrita de sus habitantes; la investigación histórica y bibliográfica, la representación gráfica de mapas, cobertura en fiestas patronales y levantamiento fotográfico.

Más allá de las zonas vanguardistas que representan a Coyoacán, esta alcaldía es también espacio de barrios en los cuales sus habitantes han visto la historia desde otra perspectiva. En ese sentido, la crónica oral ha funcionado como un puente para conocer la memoria de la gente de mayor edad. Sin embargo, en los últimos años ha habido un incremento en la crónica oral de personas jóvenes que, con el paso del tiempo, se han vuelto partícipes de las tradiciones que heredan de sus antepasados.

Para Ana María Castro, la tarea de recoger la memoria en los barrios de Coyoacán es indispensable como patrimonio intangible porque “quien no conoce su historia no puede defenderla, quien no conoce sus tradiciones no puede preservarlas, no puede continuarlas. No hay nada más importante como la memoria histórica de cada lugar”.

Parte del acervo del CIDHCC. Foto: Yuliana Castillo.

A lo largo de estos 25 años el CIDHCC ha brindado sus servicios a los usuarios, participado en distintos coloquios y dado a conocer sus investigaciones en espacios como el Seminario de Estudios de Coyoacán, asociaciones de cronistas, la Casa de las Humanidades (CASHUM), el Instituto Mora y otras instituciones académicas que trabajan con archivos e historia. Además, cada tanto reciben a tesistas y jóvenes interesados en la búsqueda de su pasado familiar.

Movida por el desvanecimiento de las cosas, Cristina Rivera Garza escribía en Autobiografía del algodón (Literatura Random House, 2020):

“¿Existe alguna manera de honrar esas vidas vividas en el presente continuo al que obliga con frecuencia la necesidad sin volverlas cosas de rumor, materia de estudio, cuento compartido sin permiso? ¿Es posible fraguar modos de hablar de ellas, de esas vidas, sin traicionar los secretos guardados ya conscientemente o, bien, gracias al olvido o la distracción?”.

A veces, un libro es una forma de regreso. A veces, buscar muy dentro del pasado es la mejor forma de retorno. Los archivos, una plática que se retoma años después, una fotografía guardada, un mapa de una plaza, una caja llena de cartas… Todo ello es una familiarización y reparación del pasado.

Fotografía de la celebración de Día de Muertos, año 1999. Acervo fotográfico del CIDHCC.
Foto Yuliana Castillo

Esta serie de artículos forma parte del proyecto de investigación histórica de la Casa de las Humanidades… Rolando por Coyoacán, un programa de barrios de la Dirección General de Divulgación de las Humanidades (DGDH) que tiene como propósito divulgar las humanidades y las ciencias sociales en esta alcaldía. Si quieres conocer más sobre este y más proyectos te invitamos a visitar el sitio oficial (humanidadescomunidad.unam.mx/).

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