Rubén Bonifaz Nuño y sus estudios del México antiguo

  • La propuesta que nos lega, para estudiar las antiguas culturas de México, se gestó en un largo proceso de aprendizaje, investigación y labor creativa: Lilián Álvarez Arellano
  • La lectura e interpretaciones de Rubén Bonifaz Nuño, fueron impulsados con el hallazgo de la Coyolxauhqui en 1978
Detalle de la Coyolxauhqui.

Autor: Itzá Eudave Eusebio.

La Cátedra Extraordinaria Rubén Bonifaz Nuño y el Seminario de Estudios para la Descolonización de México, delInstituto de Investigaciones Filológicas (IIFL), organizan el ciclo de conferencias “Propuestas para la descolonización de México”, siguiendo una de las tres principales líneas de trabajo de Bonifaz Nuño, los estudios del México antiguo, tema que le interesaba y cultivaba desde su infancia, además, claro, de su reconocido trabajo en los estudios grecolatinos, como traductor, profesor y poeta. 

De esta manera, el Seminario fundado por el destacado universitario, retoma actividades en el marco de la Cátedra Extraordinaria que lleva su nombre, formando parte de las diversas actividades en conmemoración del centenario del natalicio de Rubén Bonifaz Nuño, y los 50 años de labores del IIFL, entidad académica fundada e impulsada por el maestro. 

La primera conferencia de este ciclo estuvo a cargo de Lilián Álvarez Arellano con el tema “Las propuestas de Rubén Bonifaz Nuño para estudiar el pensamiento antiguo mexicano”, en la que la investigadora universitaria señaló que “la propuesta que nos lega, para estudiar las antiguas culturas de México, se gestó en un largo proceso de aprendizaje, investigación y labor creativa”.

Su acercamiento y admiración por la historia se debía a que, en su niñez, le tocó vivir un tiempo en el que “México salía de la lucha armada, con bríos para crear nuevas instituciones y formas de educación, que garantizaran los derechos del pueblo, constructo de referente mayoritario, masivo y visible al que se afilió sin vacilación toda su vida”.

Detalle del cartel de la conferencia.

Luego de un recorrido por la trayectoria de la formación de Bonifaz Nuño, explicó que, al llegar a la Preparatoria de la Universidad Nacional, “en las lecciones de Erasmo Castellanos Quinto, descubrió la pasión por la belleza literaria, la creación y la investigación, sentimiento que el maestro supo transmitir a sus alumnos. Agradeció siempre las valiosas lecciones literarias que en su temprana juventud recibió directamente de Agustín Yáñez, los hermanos Plancarte y Julio Torri”.

Con esta formación, y con esos maestros, se comprende entonces el trabajo de Bonifaz Nuño al repensar el México antiguo, por lo que, en consonancia con lo anterior, en la conferencia se explicaron “los principales puntos de su propuesta, su génesis y sus transformaciones hasta llegar a la esclarecedora y fértil hipótesis iconográfica y textual que desarrolló en una serie de publicaciones que van de 1963 a 2006”. 

Lilián Álvarez explicó que, en 1963, en su discurso “Destino del canto”, al ingresar a la Academia Mexicana de la Lengua, “comparó la poesía latina y la nahua. Cada una surge en mundos radicalmente distintos: los descendientes de Rómulo y Remo son ciudadanos de la Ciudad eterna; los mexicas viven entre cataclismos de eras o soles. Al comparar en poemas selectos los sujetos de la guerra, la muerte y la amistad, temas comunes en ambas tradiciones, Bonifaz Nuño encuentra que la poesía latina tiene como funciones la exaltación del individuo único e irrepetible, la crítica de costumbres y del poder, o el amor. En la tradición nahua, la poesía tiene la función de crear el sentido de comunidad y fraternidad como fundamento de la sociedad. Considera el nuevo académico que ambas tradiciones son propias de los mexicanos de hoy”.

De acuerdo con la universitaria, la lectura e interpretaciones de Rubén Bonifaz Nuño, fueron impulsados con el hallazgo de la Coyolxauhqui (1978), en el centro de la Ciudad de México, lo que posibilitó la excavación, el rescate y la restauración del Templo Mayor de México-Tenochtitlan. 

De esas excavaciones se recuperaron una gran cantidad de piezas propias de la cultura mexica, las cuales “requerían ser interpretadas en su sentido profundo. La tarea fue encomendada al investigador humanista. La formación en dibujo y en geometría de Bonifaz Nuño, así como su agudo sentido de observación le valieron para establecer minuciosamente la composición de los significantes y los significados de las piezas encontradas. 

Su dominio de la lengua y de la descripción ecfrástica, practicada en las traducciones de textos grecolatinos donde aparecen los modelos paradigmáticos de tal tipo de escritura, lo facultaron para producir textos en donde el lector aprende a mirar lo esencial”. 

Ruinas del Templo Mayor de la antigua Tenochtitlan en la Ciudad de México.

En la conferencia se explicó también que el investigador emérito dudaba siempre de los textos escritos durante la Colonia y los actuales basados en esas fuentes que tratan de la historia, del carácter y las creencias de los antiguos, dado que habrían sido elaborados desde el pensamiento del colonizador.

Por ello, “propone, consecuentemente, no usar los textos coloniales para explicar los objetos y creencias prehispánicos, sino verificar la autenticidad de los textos por su correspondencia con imágenes, objetos o monumentos de autenticidad indudable”.

De acuerdo con lo anterior, sostuvo sus estudios “en consonancia con el método iconográfico propuesto por Panofsky, según el cual se debe relacionar la imagen que se quiera comprender con un texto que la explique, Rubén Bonifaz Nuño buscó en textos alfabéticos alguno que pudiera servir de interpretación a la amplia gama de sintagmas expresados en lo que parecían estilos o géneros diferentes de un mismo lenguaje”. 

Así, encontró el texto Histoyre du Méchique, en la cual se narra cómo el trabajo de dos entidades sagradas: Quetzalcóatl y Tezcatlipoca, que, transformados en serpientes, dividieron a un ser humano por la mitad, formando así de una mitad la tierra, y con la otra, el cielo. En su interpretación, Bonifaz Nuño dice que “no se trata de la representación en imagen del dios creador, o de la madre tierra, o de cualquier otra entidad de carácter divino; se trata de la expresión plástica en que se acumula el poder creador del universo en el instante en que va a ejercerse” (Imagen de Tláloc, p. 150). 

De acuerdo con Lilián Álvarez, el insigne universitario, “lleva la interpretación más allá: el ser humano dona su cuerpo para la creación, es materia y motor del universo porque motivó a los dioses a efectuar la creación, para lo cual requirieron además la colaboración del hombre. Y extrae una conclusión ética: al saber de su papel en el universo, los antiguos mexicanos se sabían responsables de mantener y perfeccionar la creación”.

Exposición de una ofrenda de sacrificio con restos humanos en el Museo Templo Mayor.

Para probar su interpretación iconográficamente, “Bonifaz ofrece un texto ecfrástico donde cada elemento visible o escondido en la base de la escultura tiene una función conforme a esa interpretación conforme a su hipótesis iconográfica y textual”. Por lo que “resulta posible hacer varias deducciones prácticas. Así, Bonifaz rechaza la salida fácil de llamar “monstruos” a las representaciones que no son fácilmente identificables en la naturaleza; le parece poco verificable lo que se dice de las relaciones de poder y las castas sociales; abomina las interpretaciones que hacen de estos pueblos criaturas cuya cultura elemental los lleva a creencias, prácticas o actitudes como el pesimismo, la crueldad, el fanatismo, el fatalismo y hasta la necrofilia. Se distancia de cualquier práctica académica que tome al objeto de estudio con desidia o con afán de explotarlo”.

Las siguientes conferencias presentarán los temas: “Iconología de la divinidad en la cultura olmeca”, “Iconología y metafísica de la obscuridad y la luz en los zapotecos”, “Sahagún y los “milagros” de Cortés. Analogías de la colonización”, “Moctezuma y el ardid del pasado”, y cierra el ciclo con “La descolonización de la retórica: el caso de Héctor”. Estas conferencias se dictarán en el IIFL, los jueves de octubre y noviembre, a las 17:00 horas, y se transmitirán por YouTube.

Te puede interesar también
LA FRUSTRACIÓN

La Fiesta del Libro y la Rosa 2023, en Michoacán

Alimentación y hambre: dos conceptos contrapuestos y complementarios

Compartir en:

SIGUENOS EN REDES SOCIALES