Terminó la primera temporada de Noche de Emociones

  • El “buen trato” a uno mismo y a la colectividad, fue el tema que abordaron los expertos
  • El “buen trato” se entiende como “una postura ante la vida”, en la cual se tiene conciencia de las actitudes que maltratan nuestro cuerpo y nuestras emociones
  • En la sociedad del maltrato el no sentir es parte del mecanismo de su funcionamiento

Autora: Yuliana Castillo

Las medidas de encierro por la pandemia de COVID-19 no sólo confino a las personas, sino que, las aisló de actitudes ante la vida, dando como resultado, el aumento de la naturalización del maltrato físico y emocional.

En el último episodio de “Noche de Emociones”, programa realizado por la Casa de las Humanidades (CASHUM), la Facultad de Psicología (FP) y el Museo de las Constituciones (MUCO), se abordaron temas como el buen trato hacia uno mismo y a la colectividad en tiempos de pandemia.

Se le conoce como “pandemia paralela” a los estragos que dejó la experiencia de un virus tipificado de índole global. Según Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), “los efectos indirectos de la COVID-19 pueden ser mayores que el número de muertes debidas al virus en sí”. Es decir, se ha comprobado que durante las pandemias, las personas cuya salud mental ha sido afectada son mayores que las perjudicadas por el virus.

En ese sentido, las condiciones del encierro obligaron a cambiar nuestra percepción sobre el cuidado brindado individual y colectivamente. Maribel Ríos, investigadora del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM, explicó que una de las herramientas emocionales que ayudaron a sobrellevar la pandemia fue el “buen trato”, entendido como “una postura ante la vida”, en la cual se tiene conciencia de las actitudes que maltratan nuestro cuerpo o nuestras emociones. El buen trato también significa trabajar con la comunicación de lo que siento y percibo para lidiar y evitar el maltrato.

Las emociones negativas provocan frustración y aflicción que obstaculiza nuestro desarrollo de convivencia con las personas. Según, Yatzirath Valle, pasante del Programa de Sexualidad Humana (PROSEXHUM) de la UNAM, el maltrato es tan poderoso como emoción negativa que mantiene una vía de comunicación con la memoria corporal, que a su vez, nos recuerda un episodio dañino.

Durante la trasmisión las ponentes destacaron con especial énfasis la asociación dicotómica de las emociones que se divide normalmente en positivas o negativas, así mismo, los sentimientos son afectados por las relaciones de género. Yulliete Piña, educadora integral de la sexualidad del PROSEXHUM, explicó que vivimos en una sociedad patriarcal y de maltrato. A las mujeres y a los hombres se nos exige qué sentir y cómo reaccionar ante diferentes estímulos. Es importante comprender que las emociones han sido valoradas histórica y socialmente de acuerdo a las necesidades de nuestro tiempo. Por ello, es fundamental recordar que no hay límites en la forma en que los individuos pueden y llegan a sentir.

Actualmente, las personas vivimos en la inmediatez de las cosas, la rapidez de las situaciones y el tumulto de preocupaciones que nos cansan mentalmente. Dentro de la “sociedad del maltrato”, concepto utilizado para referirse al estado de represión de las emociones que una comunidad experimenta día a día, el prohibir la capacidad de sentir es el principal mecanismo de funcionamiento de esta sociedad.

Para lidiar con el maltrato, las ponentes recomendaron dar espacio a nuestras emociones empleando distintas herramientas que logren estabilizar lo que sentimos, por ejemplo: las técnicas de respiración, la identificación del contexto en donde surge cierta emoción que me causa malestar o la educación en las escuelas sobre el buen trato.

Desde la pedagogía Yatzirath Valle de PROSEXHUM reflexionó cómo las aulas pueden ser espacios que construyan estrategias para “comenzar a dar otra perspectiva y otro mensaje acerca de las emociones”. Escuchar a los alumnos cómo se sienten antes de la clase y qué aprendieron durante el día ayuda a que en la enseñanza se sientan acompañados.

Por último, los ponentes plantearon una pregunta abierta al público asistente: ¿cuál es la herencia emocional que quiero construir? Reconocer que vivimos una crisis emocional a nivel mundial nos ayuda a crear puentes transversales de aprendizaje y comunicación con nosotros mismos y las personas que nos rodean, logrando el objetivo social de dar prioridad al “buen trato.

El episodio de “Noche de Emociones” titulado “Manejo de las emociones, ¿cómo lograr un buen trato?”, trasmitido el 8 de junio, fue el último de la primera temporada. Te invitamos a sintonizar la segunda temporada de este programa que se estrenará el 10 de agosto por las plataformas digitales de la Casa de las Humanidades o la cuenta oficial de YouTube de Humanidades UNAM.

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